Many, las historia de él son mitos urbanos

Es un personaje, de la cordillera cercano al límite Chile - Argentina, criado entre caballos, vacas, ovejas, gallinas, nieve y lluvia. Un pariente lejano, pero que sus historias llegan a estas tierras, mis memorias son incompletas, mis fuentes las sacos desde escondidos recovecos mentales, obtenidas al paso, tambien las obtengo de mi sobrina María Paz Ulloa V.


Ellos son tres hermanos, Freddy, Edelwais y Many el mayor, todos tienen un olor a humedad, pasado a humo de leña mojada, curtido por el frío cordillerano, diestros con el cuchillo, el lazo, la cabalgadura, y escuchar el rumor de la montaña, sus señales, por ellos corre en sus venas, sangre, chicha de manzana, vino tinto y del otro conocido como la mezcla "tinblanchi", que a algunos los pone alegre sus corazones y a otros, lo deja odiosos y bigognia (aguja punzante que usan los zapateros, para abrir el paso del hilo, sobre el cuero).


Los crió la Tía Noly Krause, hermana de mi abuela Nena, viuda y sola por muchos años, a golpe de un vozarrón, quilazos o lumazos por el lomo o lo que encontrara a mano, ante cuanta maldad se les ocurría a estos niños.

Se les dió estudio, pero el llamado de la montaña era mas fuerte. Hacer sus travesuras era su especialidad, bueno necesito fuentes para contarles algunas anécdotas de esta época.


Me cuentan o dicen por ahí, que Many ayudó a cruzar a mi hermano mayor por las montañas hacia el lado Argentino, hace muchos años atras, con nieve, por pasos no habilitados, a caballo, con la Mely, mi sobrina María Paz en brazos, ellos a armar otra vida, otra oportunidad, otras mas y por muchos años. Porque habían gente de color verde, de color azul y de color gris que deseaban apañar lo y responedr por sus faltas, bueno esta es otra historia, mas cercana, que tal vez cuente en algunos años mas.

Estas imagenes son de ahora, es el Chile escondido, el que vive algo mi, que desde la ciudad yo añoro.

Si desean conocerlo, el vive en Reigolil, vayan primero a Pucón, luego toman la carretera pavimentada hacia Curarrehue, suban hacia Reigolil y pregunten por él, como llegar, tal vez lo reciba, no tengo ni la menor idea que puede pasar. Ni siquiera me conoce, no me usen como referencia. Pero tengan cuidado, no es el mismísimo diablo, pero tampoco él es un santo. En las mujeres les atrae, esto que es desconocido, peligroso, inesperado. Pero vayan humildes, porque él ahí es dios y patrón de sus tierras, de sus tiempo y en el campo siempre hay que hacer cosas.

De vez en cuando tengo que releer el título, para ver adonde va este blog.